Todas las personas somos diferentes y tenemos personalidades específicas que nos convierten en seres únicos e irrepetibles, pero sin lugar a dudas también nos influencian las creencias que adoptamos desde que llegamos al mundo.
Y, en el mismo orden de ideas, lo que noto con más preocupación es que, a lo largo de nuestras vidas, podemos vernos gravemente afectados por las llamadas creencias limitantes, las cuales se internalizan en nuestro ser y subconsciente, tornándose difíciles de detectar y/o modificar.
¿Pero qué son las creencias limitantes?
El concepto de “creencias limitantes” puede llegar a ser algo complejo, debido a que no hay una descripción absoluta del mismo. Y es que dependerá de la percepción que tenga cada quien, en base a su experiencia propia.
Sin embargo, yo diría que son ideas que adoptamos mayormente durante el período de crianza, que establecemos en lo profundo de nuestro ser y que nos impiden ver otras realidades; tornándose muy rígidos frente a posibles opciones que llegan a ser más beneficiosas para el desarrollo personal.
Un ejemplo claro de ello es el de negarnos totalmente al punto de vista de otros, sin siquiera analizar sus argumentos, por el simple hecho de estar convencidos de que solo nuestra creencia es real y verídica Y ESTO NO PUEDE SUCEDER, A VECES DEBEMOS CONTROLAR EL EGO.
Es así como caemos en una limitación constante, en donde predominan emociones como el miedo, la inseguridad, la frustración, la angustia, la ansiedad, la zozobra, la insatisfacción y hasta experimentamos terribles cuadros depresivos.
En resumen, una creencia limitante te impedirá dar tu 100%, atreverte a algo, cambiar paradigmas, enfrentarte a tus miedos, salir de tu zona de confort, reinventarse y sacar mejores versiones de ti… entre otras tantas cosas. POR ESO EN MIS CURSOS DE IMAGEN INTEGRAL, HAGO TODO LO POSIBLE POR REFORZAR MUCHO LA IMAGEN INTERNA.
¿Cómo acabar con las creencias limitantes?
Para darle un vuelco a tu vida y dejar atrás esas pesadas creencias limitantes lo primero que debes hacer es reconocer cuáles son aquellas que habitan en ti, de dónde surgen, cómo te hacen sentir y por qué no las quieres más en tu vida. Y en pro de que lo logres, te invito a que lleves a cabo los siguientes pasos:
- Identifica cuál es la creencia limitante
Jamás vamos a saber qué es lo que nos está frenando sin antes chequear en nuestro interior y verificar qué es aquello que no está funcionando como debería. Por eso hay que comenzar cuestionándonos frecuentemente la forma en que solemos actuar y los resultados que nos trae dicha actitud.
En este paso es vital que tomes una posición de observador activo y de crítico, solo así te responderás con sinceridad a preguntas como: ¿qué me ha faltado para poder alcanzar mis sueños?, ¿cuáles son los pensamientos que me atemorizan o detienen?, ¿cómo llegaron esas ideas a mi mente?, ¿por qué son tan imponentes y predominante en mi día a día?, etcétera.
- Detecta la raíz de la creencia limitante
Una vez que ya has identificado esa idea que te mortifica, debes saber si la misma nació de una experiencia propia o si fue inculcada en ti por otras personas o por una circunstancia en la que quizá estuviste relacionado, de una u otra forma.
Eso te servirá para entender las causas y posteriormente sanar las heridas, porque para pasar a otra etapa y dejar de lado esas ideas tienes que cerrar el ciclo, soltar todas esas emociones que te atan a esa creencia y comenzar desde cero.
- Reflexiona y sustituye
Ahora ha llegado el momento de que entremos en una profunda reflexión y convenzamos a nuestra conciencia de que queremos un cambio. Esta es la vía más eficaz para sustituir la creencia limitante, la cual quizás en algún momento fue positiva pero que en la actualidad sencillamente no nos sirve y nos perjudica.
Aquí es muy importante estudiar el daño exacto que nos venía ocasionando ese pensamiento, por ejemplo, si nos privaba de atrevernos a hacer algo fuera de lo común o a sostener conversaciones con contrarios a nuestras ideologías.
Hay una gran cantidad de creencias que comienzan por el “yo no puedo”, lo correcto es sustituirlas por el “yo aún no se hacerlo” o “yo todavía no tengo los conocimientos para …”. Si te fijas, hay un punto esencial que diferencia a la primera creencia de las últimas dos, y es que el “yo no puedo” no te da cabida en lo absoluto, mientras las otras indican que, aunque en el ahora no tienes las habilidades, en cualquier momento podrás adquirirlas y lograr tus objetivos.
- Trabaja la visión a futuro
Trabaja en la visión a futuro, para ello debes hacer ejercicios diarios y analizar cómo continuaría el rumbo de tu vida al dejar de lado la vieja creencia e instaurar la nueva creencia.
El objetivo de esto no es retroceder o estancarte, sino más bien recapacitar y darte cuenta que no es una opción viable el continuar alojando esas ideas limitantes. Y que, aunque nos cueste un poco, la mejor vía siempre será la de luchar de forma ardua para reemplazarla y auto impulsarte al cambio y a la superación continua.
- Crea un plan de trabajo
Para finalizar, deja claro todo aquello que te ayudará a instaurar de manera definitiva la nueva creencia, ese pensamiento positivo que te llevará a ser mucho mejor en todo aquello que te propongas.
Lo más recomendable es que lleves a cabo un plan de trabajo en donde estén descritas las ideas de forma precisa, simple y clara. Así sabrás qué acciones realizar diariamente; las tareas pueden estar relacionadas a múltiples aspectos, entre ellos, un cambio en tu forma de hablar, de relacionarse, de alimentarte, de vestir, entre otros.
Recuerda que ningún avance, por más pequeño que sea, es insignificante, así que jamás te des por vencido a pesar de que sientas que se torna muy difícil.
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