¿Tienes tu autoestima baja y no te permites avanzar para crear tu estilo propio?, Si este es tu problema en este momento, te recomiendo que te quedes, porque juntas vamos a solucionarlo para potenciar tu imagen interna.

La imagen que tienes de ti, no tiene por qué ser la totalidad de lo que eres.

Recuerda que: Si tú estás bien por dentro, estás bien por fuera.

Autoconcepto, Autoestima y Auto-imagen, estos tres conceptos están incluidos en lo que conocemos como imagen interna.

Tu imagen no solo tiene que ver con tu aspecto externo, una apariencia o las prendas que vistes, el maquillaje o los accesorios que luces; el peinado que usas, también tiene que ver con algo más importante, como tu interior, con tu esencia, con aquellos aspectos internos que te definen. Tiene que ver con lo que eres, con lo que sientes, con lo que piensas y con lo que aprendiste desde niña y que con el paso del tiempo se va fortaleciendo.

La imagen que tienes de ti mismo refleja tu autoestima, el valor que te das a ti mismo y tus cualidades; muestra tu formación académica, tus rasgos de carácter, tu disposición, tus convicciones y tus normas; también revela las ansiedades que siguen sin resolverse, las heridas que no han cicatrizado y los prejuicios que impiden avanzar.

El poder de tu imagen radica en conectar tu imagen interna con la externa. A veces tu imagen interna te tiene atrapada en formas de actuar incómodas que se pueden mejorar. Tienes que tener en cuenta que el cuerpo es el único mensajero, no lo olvides; y lo que no hacemos, lo olvidamos.

Para crear una imagen positiva y potente de ti, te propongo 4 acciones para potenciar tu Imagen Interna.

1.       Realiza Introspección:

Encuentra un espacio de paz: Tu sofá, tu rincón favorito, posición cómoda y si te ayuda, enciende un incienso o una vela que te diga que estás en tu momento especial.

• Con la preparación ya se alcanza un cierto estado de relajación.
• El ritual avisa a tu inconsciente de que tomarás un tiempo con él. Si utilizas siempre el mismo lugar y hora, además sabrá que te has tomado en serio su relación.

Apaga tus pensamientos y desconéctate: Tu diálogo interno, tu cuerpo y tu sentido de la vista; esto es: PARAR.

Elige una actitud positiva y de apertura a tus deseos de conocerte.

2.       Relájate:

Encuentra una posición cómoda: sentada o acostada; sabiendo que es un buen momento para no quedarte dormida y si te duermes, pues deja fluir.

• Concéntrate en tu respiración: Es el mecanismo que conecta tu cuerpo con el exterior y viceversa.
• Toma una respiración profunda y al exhalar permite que salga el aire sin forzar.

La relajación:

• Favorece que fluya la información dentro de ti, y si no es así, ya tienes información.
• Cambia tus ondas cerebrales y se clarifica la percepción.
• Observa qué te pasa cuando buscas relajarte y conectar contigo. Anótalo después si te parece interesante.

3.       Pon Atención:

• Ayúdate de la respiración como si fuera ella quien te guiase por todo el cuerpo, de abajo a arriba, de arriba abajo, del centro hacia afuera como tú quieras. Cada recorrido te aportará distintas sensaciones. 
• La atención dirigida al cuerpo te ayudará a tomar perspectiva de lo externo y te acerca a tu interior. 
• Solo hasta aquí ya has hecho bastante.

4.       Crea una imagen de solución:

• Cuando ya sientas que estás más conectada contigo misma es el momento ideal de indagar en tu potencial.
• Visualiza un espacio de tu vida que quieras cambiar, quizás de aquella parte que rechazas a menudo de ti, de algo que no expresas con nadie. Visualízalo con mucha nitidez a nivel visual. También a nivel auditivo.
• Formula varias preguntas a tu inconsciente, deja que emerjan las respuestas con calma.

o   ¿Esto lo quiero para mí?

o   ¿Cómo podría hacerlo mejor?

o   ¿Para qué quiero cambiar esto?

Cuando obtengas las respuestas, modifica la imagen total con los elementos que la hagan más plena.

Cuando estés satisfecha, vuelve poco a poco con una agradable sensación de satisfacción.

Si eres constante, vas a notar cómo te sientes más motivada y con la repetición te estás acciones irás transformando tu realidad externa en lo que más quieres.

Aumentarás aún más tu autoestima si tomas notas de lo que vas sintiendo en cada acción y te pones pequeñas metas en tu agenda, esos que solo tú sabes en qué dirección van: ¡Y te pones en marcha!

Te invito a generar nuevas realidades empezando por estas acciones.

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